Tom era un chico raro que construía
aparatos muy útiles, un día pensó en construir una máquina del tiempo.
Una puerta por aquí, un
motor por allí, una tuerca por aquí. Al final Tom acabó hecho un lío y se acordó
de su tío Román que era igual que él, le pidió ayuda para hacer su máquina del tiempo.
Al poco, con la ayuda de su
tío terminó la máquina la maquina. Tom la probó y le dijo al baño por favor, y ¡BOOM!
apareció en el baño. ¡Bien funciona! -Ahora a Transilvania dijo Tom, cogió las
cosas y se fue.
Apareció en la puerta del
castillo del Conde Drácula, entró y apareció de un ataúd un vampiro y Tom se
asusto y salió de ahí pitando. Al final Tom recordó que su tío le había dicho
que la máquina le podía convertir en quien quisiera, y se transformo en una
chica vampiresa y entró otra vez en el castillo. Drácula le pidió cenar a las 12,
la hora de los vampiros.
Cuando cenaron Tom vio que
se le pasaba la hora como la Cenicienta. Le dijo al conde que se tenía que ir y
como el conde le hizo quedarse unos minutos más se des-transformo. Tom entró
corriendo rápido a la máquina y ¡BOOM! se encontró de vuelta en el baño de su
casa.
Continuará...
Texto Original: María Girón 5ºA